Friday, April 3, 2015
Sunday, November 30, 2014
Convocatoria
Inmersos en los debates acerca de las transiciones sociopolíticas, la transformación de discursos y la (re)construcción de
identidades y comunidades, quisiéramos indagar en sus manifestaciones literarias, artísticas y teóricas desde la perspectiva sociocrítica, asumiendo que toda práctica sociocultural es –ex definizione– necesariamente interdisciplinaria y transdiscursiva. Partimos de dos premisas: que nuestra manera de abordar la realidad pasa por su previa textualización y que nuestra mirada y conocimiento de la realidad, nuestras maneras de ver y decir el
mundo, están predeterminadas por dispositivos discursivos divergentes o antagonistas entre sí, que regulan y determinan no
solo todo lo dicho, lo visible, lo imaginable, sino también todo lo no-dicho o lo callado, así como lo no-decible o lo no-imaginable.
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Si bien las obras literarias, artísticas –de la denominada alta cultura y de la cultura popular– funcionan siempre como puestas en escena de todo un repertorio de modos regulados y aceptados de hablar y de pensar, de recordar y olvidar, es en el periodo de una transformación sociopolítica, durante la transición de un orden social al otro, cuando estas prácticas discursivas (re)producen de forma más aguda actitudes, identidades, alteridades, mitologías conflictivas y contradictorias (los antiguos, es decir, los aún vigentes, no del todo obsoletos y los ya en vigor), evidenciando la “coincidencia de la no-coincidencia” o la “sincronía de lo nosincrónico”, por decirlo con palabras de Edmond Cros y Antonio Gómez Moriana.
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Siguiendo las premisas del monitoring, una concepción de la semiótica feminista propuesta por M.-Pierrette Malcuzynski, en este debate sobre la comunidad y la política de la memoria quisiéramos prestar una atención especial a los discursos de la transición y la transición de los discursos centrados en el cuerpo y el género, analizando no solo “la circulación de los discursos, sino también su producción y su materialización, en el seno de un estado de sociedad dado”, como planteaba Malcuzynski.
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Si bien las obras literarias, artísticas –de la denominada alta cultura y de la cultura popular– funcionan siempre como puestas en escena de todo un repertorio de modos regulados y aceptados de hablar y de pensar, de recordar y olvidar, es en el periodo de una transformación sociopolítica, durante la transición de un orden social al otro, cuando estas prácticas discursivas (re)producen de forma más aguda actitudes, identidades, alteridades, mitologías conflictivas y contradictorias (los antiguos, es decir, los aún vigentes, no del todo obsoletos y los ya en vigor), evidenciando la “coincidencia de la no-coincidencia” o la “sincronía de lo nosincrónico”, por decirlo con palabras de Edmond Cros y Antonio Gómez Moriana.
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Siguiendo las premisas del monitoring, una concepción de la semiótica feminista propuesta por M.-Pierrette Malcuzynski, en este debate sobre la comunidad y la política de la memoria quisiéramos prestar una atención especial a los discursos de la transición y la transición de los discursos centrados en el cuerpo y el género, analizando no solo “la circulación de los discursos, sino también su producción y su materialización, en el seno de un estado de sociedad dado”, como planteaba Malcuzynski.
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